La tecnología en nuestra vida cotidiana

Mediante los equipos de telecomunicación se trasmite información, estos han ido evolucionando y formando parte de nuestro día a día, del telégrafo se paso a WhatsApp, y de la televisión blanco y negro a celulares o tablets de alta resolución que se pueden llevar a cualquier parte.

Pero es cierto que los aparatos tecnológicos no solo aportan un valor práctico, sino estético y simbólico que nos lleva a elegir en un sinfín de alternativas, entre el más eficiente, el más lindo, el que tiene mejor diseño y estatus.

Es necesario empezar a reflexionar sobre la tecnología, no solo en nuestra vida cotidiana, sino en la forma en que se usa, el  por qué y para qué.

Tecnología y mente

Son muchas las personas que pasan horas interactuando con algún aparato tecnológico con conexión a internet, desde el celular, la tablet o computador, es difícil pensar en lo que mayormente pasamos parte de nuestro tiempo no pueda tener un impacto en nuestra mente ya sea positivo o negativo.

La tecnología bien aplicada nos ayuda a organizarnos mejor, a aprender cosas nuevas como por ejemplo: conocer como reparar una cerradura explicado por un profesional en cerrajería. También nos permite tener un registro de nuestras metas y avances personales o a acortar distancias con familiares y amistades.

La otra cara de la moneda, al no ser conscientes, podemos bombardearnos de información dañina, que cause estrés o tener situaciones donde se esté en riesgo o en peligro.

Las universidades registran más casos de depresión y ansiedad, que están combinados con el uso de redes sociales. Según estudios de hábitos en internet se registra que la mayoría de las personas pasan alrededor de 8 horas al día conectados.

Siendo el momento de la comida y el final del día las horas con mayor tráfico, sin importar si estamos solos o acompañados, estamos online, donde hay tiempo con la intimidad y para compartir con las personas que me rodean.

En las redes sociales, se intercambian e interactúan información con personas con las que se tiene algo en común, se filtran las cosas que se suben o se eliminan de nuestros perfiles con relación a los likes, comentarios, entre otros.

Muchos estudios demuestran que cada like genera la producción de dopamina en el cerebro y activa el sistema vinculado a la recompensa, por lo cual, las redes sociales son aditivas.

Una dosis de likes pueden hacer sentir bien y contribuir con la autoestima, el problema surge cuando en el mundo exterior no hay nadie para sustentar la autoestima, el tema de las redes sociales, la tecnología y la mente no tiene relación con aislarse, privarse de intercambiar,  sino de aterrizar en él como las usamos.

Tecnología y trabajo

Por lo menos un 35% de los internautas activos en redes sociales están en edad laboral, como Facebook, Instagram, Twitter, gracias a la tecnología ha hecho que los trabajos sean flexibles y que el home office y remoto office sea posible.

Para evitar factores como por ejemplo: El tráfico, ir a calentar la silla, de esta forma se a optimizado el tiempo de los empleados, eliminado barreras de horarios, distancias y contribuyendo a formar un sentimiento de productividad y afectividad en cuanto al manejo de horarios.

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